viernes, 8 de abril de 2011

La Historia De Las Maquinas

El primer intento registrado de producir una máquina de escribir fue realizado por el inventor Henry Mill, que obtuvo una patente de la reina Ana de Gran Bretaña en 1714. La siguiente patente expedida para una máquina de escribir fue concedida al inventor estadounidense William Austin Burt en 1829 por una máquina con caracteres colocados en una rueda semicircular que se giraba hasta la letra o carácter deseado y luego se oprimía contra el papel. Esta primera máquina se llamó 'tipógrafo', y era más lenta que la escritura normal. En 1833 le fue concedida una patente francesa al inventor Xavier Progin por una máquina que incorporaba por primera vez uno de los principios utilizados en las máquinas de escribir modernas: el uso, para cada letra o símbolo, de líneas de linotipia separadas y accionadas por palancas separadas.
El mecanismo utilizado para mover el papel entre caracteres y entre líneas es en casi todas las máquinas de escribir modernas un rodillo cilíndrico, contra el que se sujeta el papel con firmeza. El rodillo se mueve horizontalmente para producir el espaciado entre las líneas. La primera máquina que utilizó este método de espaciado fue construida en 1843 por el inventor estadounidense Charles Grover Thurber. La parte impresora de esta máquina de escribir era un anillo de metal que giraba en sentido horizontal sobre el rodillo y que estaba provisto de una serie de teclas o pistones con piezas de caracteres en su parte inferior. La máquina funcionaba girando la rueda hasta que la letra adecuada se centraba sobre la posición de impresión en el rodillo y luego se oprimía la tecla.
Varios inventores intentaron crear máquinas diseñadas para hacer impresiones grabadas en relieve que pudieran ser leídas por personas ciegas. Una de esas máquinas, desarrollada en 1856, era semejante a la máquina de escribir moderna en cuanto a la disposición de las teclas y líneas de linotipia, pero grababa las letras en relieve en una tira de papel estrecha en lugar de en una hoja. Una máquina similar, creada y patentada en 1856, tenía las líneas de linotipia dispuestas en sentido circular, un soporte de papel móvil, un timbre que sonaba para indicar el final de una línea y una cinta con tinta. La disposición del teclado de esta máquina era semejante a las teclas blancas y negras de un piano.

MAQUINAS DE ESCRIBIR ELÉCTICAS

Se utilizan desde 1925 y la International Business Machines Corporation (IBM) ha llevado a cabo un papel muy importante en este campo. En estas máquinas el trabajo de levantar la línea de linotipia y golpearla contra la cinta se realiza por un mecanismo accionado a motor, así como el retorno del carro a la derecha y el desplazamiento del rodillo al final de la línea. Puesto que las teclas se utilizan sólo para poner en marcha el mecanismo eléctrico, la presión empleada por el operador es mucho menor que en las máquinas de escribir convencionales y, como resultado, el operador puede escribir más rápidamente y con menos fatiga. Otra ventaja importante es que la impresión, o presión, de cada letra es completamente uniforme.
Hay máquinas de escribir eléctricas que permiten la corrección de errores y el justificado automático o alineación uniforme del margen derecho, que suministran caracteres de idiomas y alfabetos extranjeros, que mecanografían ciertas palabras con una sola tecla, que tienen cintas con rendimiento uniforme y letras imborrables y que están provistas de esferas de caracteres intercambiables que suministran diversos tipos de letra, tales como itálicas o cursiva


LA FORMA:

La que imprime letras, números y otros signos cuando sus teclas son pulsadas u oprimidas.
En diversos sectores del mundo moderno depende el hombre de esta máquina, que permite escribir con gran rapidez.
El acto de escribir a máquina es, en sí, muy sencillo. La tarea principal es la de aprender de memoria la disposición del teclado.
Las letras están generalmente dispuestas en el teclado en un orden universal.
El papel se inserta en el rodillo o platén, que está situado en un carro que va de derecha a izquierda conforme se hace funcionar el teclado. Un carrete de cinta entintada gira constantemente a través de un angosto espacio enfrente del rodillo. Las palancas de los tipos hacen presión contra dicha cinta para imprimir letras sobre el papel.
Las máquinas de escribir tienen también otros mecanismos para acelerar la escritura y hacerla más exacta. Una palanca de la interlínea está de ordinario montada en el carro. Al ser movida, dicha palanca espacia el papel hacia adelante, a una nueva línea de escritura, y devuelve el carro a la derecha. Hay de ordinario una palanca ajustadora de espacio interlineal, que se puede ajustar o fijar para regular el espacio en blanco entre renglones.
Los marginadores pueden fijarse de modo que las líneas de impresión comiencen exactamente en la misma posición a la izquierda. El marginador para la derecha permite una alineación regular al lado derecho del papel. La tecla de cambio de mayúsculas se emplea para imprimir éstas. Mediante la tecla de cierre de mayúsculas se puede sostener el carro y escribir sólo mayúsculas.
Para proveer espacios entre palabras se pulsa con el pulgar la barra de espacios. En el teclado se encuentra la tecla de retroceso que sirve para que el mecanógrafo pueda hacer retroceder el carro y corregir lo que está ya impreso en una línea. Algunas máquinas llevan un dispositivo para ajustar el teclado al tacto del mecanógrafo.
Evolución de la Máquina de Escribir
Las máquinas de escribir no se generalizaron hasta el siglo XX, aunque la Primera patente para una máquina de esta clase fue concedida alrededor del año 1714. Esta máquina de escribir, que fue inventada por un inglés, no recibió aplicación práctica.
Al principio, las máquinas de escribir se patentaron como mecanismos para ayuda de los ciegos. La patente de la primera máquina de escribir que se registró en los E.U.A, en 1829, correspondió a Guillermo A. Burt. Se llamó tipógrafa, pero ningún modelo suyo sobrevivió.
En 1888 inventó el francés Javier Progin una máquina que utilizaba barras de tipo con una palanca de tecla para cada letra.
Carlos Thurber, un norteamericano, patentó en 1848 una máquina que usaba un juego de barras de tipos situadas alrededor de una rueda de latón. Esta se movía en un eje central, y el tipo entintado golpeaba directamente sobre el papel colocado debajo de la rueda. Su funcionamiento era demasiado lento para que dicha máquina tuviera valor práctico. A. E. Beach, también de los E.U.A., patentó en 1856 una máquina de escribir en la que se empleó por la primera vez las barras de tipo dispuestas en forma de círculo que hacían la impresión sobre un centro común. El año siguiente, S. W. Francis registró una máquina de escribir que utilizaba un teclado semejante al de un piano para actuar las barras de tipo.
La primera máquina de escribir práctica y que se podía fabricar en gran escala fue la obra de tres inventores americanos: Cristóbal L. Sholes, Samuel W. Soule y Carlos Glidden, Sholes, con la ayuda personal y financiera de Santiago Densmore, perfeccionó su máquina de escribir hasta que en 1878 adquirió ésta un valor comercial.
Esta máquina presentaba la mayoría de los principios de la máquina moderna. Usaba un juego de barras de tipo montado en un eje sobre un anillo horizontal, accionadas por palancas conectadas, en turno, por varillas con las palancas del teclado. El papel se insertaba alrededor de un cilindro de caucho y los tipos golpeaban en una cinta entintada para marcar las letras en el papel. Esta máquina tenía carretes reversibles para la cinta, así como un carro movible, que se podía devolver a su lugar al terminar de escribir un renglón. , Un defecto de esta máquina, dotada sólo de letras mayúsculas, era que el cilindro estaba situado en forma tal, que el mecanógrafo no podía ver lo que estaba escribiendo.
Invenciones posteriores aportaron la tecla de cambio de mayúsculas, mediante la cual cada una de las barras podía llevar la letra correspondiente tanto en caracteres mayores colmo en menores. Para usar una u otra bastaba elevar o bajar el cilindro. Francisco Wagner patentó en 1896 la primera máquina de escribir de acción frontal y visible que resultó satisfactoria, pues resolvió las dificultades de funcionamiento que presentaban las anteriores. La introducción de esta máquina estaba destinada a revolucionar por completo la industria de las máquinas de escribir



MAQUINA DE ESCRIBIR:

La que imprime letras, números y otros signos cuando sus teclas son pulsadas u oprimidas.
En diversos sectores del mundo moderno depende el hombre de esta máquina, que permite escribir con gran rapidez.
El acto de escribir a máquina es, en sí, muy sencillo. La tarea principal es la de aprender de memoria la disposición del teclado.
Las letras están generalmente dispuestas en el teclado en un orden universal.
El papel se inserta en el rodillo o platén, que está situado en un carro que va de derecha a izquierda conforme se hace funcionar el teclado. Un carrete de cinta entintada gira constantemente a través de un angosto espacio enfrente del rodillo. Las palancas de los tipos hacen presión contra dicha cinta para imprimir letras sobre el papel.
Las máquinas de escribir tienen también otros mecanismos para acelerar la escritura y hacerla más exacta. Una palanca de la interlínea está de ordinario montada en el carro. Al ser movida, dicha palanca espacia el papel hacia adelante, a una nueva línea de escritura, y devuelve el carro a la derecha. Hay de ordinario una palanca ajustadora de espacio interlineal, que se puede ajustar o fijar para regular el espacio en blanco entre renglones.
Los marginadores pueden fijarse de modo que las líneas de impresión comiencen exactamente en la misma posición a la izquierda. El marginador para la derecha permite una alineación regular al lado derecho del papel. La tecla de cambio de mayúsculas se emplea para imprimir éstas. Mediante la tecla de cierre de mayúsculas se puede sostener el carro y escribir sólo mayúsculas.
Para proveer espacios entre palabras se pulsa con el pulgar la barra de espacios. En el teclado se encuentra la tecla de retroceso que sirve para que el mecanógrafo pueda hacer retroceder el carro y corregir lo que está ya impreso en una línea. Algunas máquinas llevan un dispositivo para ajustar el teclado al tacto del mecanógrafo.
Evolución de la Máquina de Escribir
Las máquinas de escribir no se generalizaron hasta el siglo XX, aunque la Primera patente para una máquina de esta clase fue concedida alrededor del año 1714. Esta máquina de escribir, que fue inventada por un inglés, no recibió aplicación práctica.
Al principio, las máquinas de escribir se patentaron como mecanismos para ayuda de los ciegos. La patente de la primera máquina de escribir que se registró en los E.U.A, en 1829, correspondió a Guillermo A. Burt. Se llamó tipógrafa, pero ningún modelo suyo sobrevivió.
En 1888 inventó el francés Javier Progin una máquina que utilizaba barras de tipo con una palanca de tecla para cada letra.
Carlos Thurber, un norteamericano, patentó en 1848 una máquina que usaba un juego de barras de tipos situadas alrededor de una rueda de latón. Esta se movía en un eje central, y el tipo entintado golpeaba directamente sobre el papel colocado debajo de la rueda. Su funcionamiento era demasiado lento para que dicha máquina tuviera valor práctico. A. E. Beach, también de los E.U.A., patentó en 1856 una máquina de escribir en la que se empleó por la primera vez las barras de tipo dispuestas en forma de círculo que hacían la impresión sobre un centro común. El año siguiente, S. W. Francis registró una máquina de escribir que utilizaba un teclado semejante al de un piano para actuar las barras de tipo.
La primera máquina de escribir práctica y que se podía fabricar en gran escala fue la obra de tres inventores americanos: Cristóbal L. Sholes, Samuel W. Soule y Carlos Glidden, Sholes, con la ayuda personal y financiera de Santiago Densmore, perfeccionó su máquina de escribir hasta que en 1878 adquirió ésta un valor comercial.
Esta máquina presentaba la mayoría de los principios de la máquina moderna. Usaba un juego de barras de tipo montado en un eje sobre un anillo horizontal, accionadas por palancas conectadas, en turno, por varillas con las palancas del teclado. El papel se insertaba alrededor de un cilindro de caucho y los tipos golpeaban en una cinta entintada para marcar las letras en el papel. Esta máquina tenía carretes reversibles para la cinta, así como un carro movible, que se podía devolver a su lugar al terminar de escribir un renglón. , Un defecto de esta máquina, dotada sólo de letras mayúsculas, era que el cilindro estaba situado en forma tal, que el mecanógrafo no podía ver lo que estaba escribiendo.
Invenciones posteriores aportaron la tecla de cambio de mayúsculas, mediante la cual cada una de las barras podía llevar la letra correspondiente tanto en caracteres mayores colmo en menores. Para usar una u otra bastaba elevar o bajar el cilindro. Francisco Wagner patentó en 1896 la primera máquina de escribir de acción frontal y visible que resultó satisfactoria, pues resolvió las dificultades de funcionamiento que presentaban las anteriores. La introducción de esta máquina estaba destinada a revolucionar por completo la industria de las máquinas de escribir.

LA EVOLUCON DE LAS AQUINAS DE ESCRIBIR

Desde finales del siglo XIX y parte del siglo XX, la maquina de escribir fue una herramienta indispensable para las oficinas comerciales como también para la mayoría de los escritores profesionales. No obstante en el año 1980 los procesadores de texto en las computadoras personales  reemplazaron en su totalidad a las maquinas de escribir debido a que estos procesadores de texto contaban con muchas mas funciones que la propia maquina de escribir además de contar con una serie de ventajas como por ejemplo la oportunidad de guardar archivos, la auto corrección.
En el año 2006 las compañas encargadas de la manufacturación de la maquina de escribir y sus correspondientes accesorios eran Smith-Corona, Olimpia, Olivetti y nakajima, de las cuales Olivetti es la única que se dedica, en la actualidad, a la fabricación de maquinas de escribir mecánicas ya que todos los modelos actuales de maquina de escribir son electrónicos. En el año 1870 se comercializo la primera maquina de escribir inventada por el reverendo Rasmus Malling-Hansen, y fue un éxito en toda Europa. El reverendo Usó un escape solenoidal para el retorno del carro en algunos de sus modelos constituyendo un candidato para una de las primeras maquinas de escribir eléctricas. La primera maquina de escribir que tuvo un éxito comercial inmediato y supero a la inventada por el reverendo Malling-Hansen fue inventada en 1873 por Rémington y estaba montado sobre una maquina de coser común de esa época.  El retroceso del carro se conseguía mediante un pedal similar a las de estas maquinas de coser. En esta maquina de escribir quedaron pendientes las resoluciones a dos defectos; La escritura se llevaba a cabo únicamente en mayúscula y permanecía oculta al escribano, además la maquina de escribir era de un tamaño desmesurado siendo por otra parte muy cara por lo que siempre fue una maquina de escribir que solo utilizaban las altas sociedades.
Luego de que en 1920 la maquina de escribir, mecánica o manual, alcanzó un diseño mas o menos estándar, se empezaron a realizar pequeñas variaciones de un fabricante a otro por ejemplo uno de los diseños se caracterizaba porque cada letra estaba unida a una clase que poseía el correspondiente carácter en relieve; cuando se presionaba una tecla con la suficiente firmeza el tipo golpeaba una cinta que se encontraba extendida a un cilindro que sostenía el papel y se movía hacia delante y hacia atrás. El papel era enrollado desde este cilindro que sujetaba el papel y rotaba al accionar una palanca cuando ya se alcanzaba el final de la línea escrita. Muchas de estas cintas eran bicolores, mitad roja y mitad negra, y por lo general, cuando una maquina de escribir era mediante este método, poseían una palanca que permitían cambiar entre este dos colores al escribir ya que esto estaba especialmente ideado para libros de contabilidad en donde las cantidades que se encontraban en negativo debían ir escritas en color rojo. En la década de 1940 se comercializó una maquina de escribir muy silenciosa pero que resulto ser un fracaso, lo que llevo a los fabricantes de estas maquinas a sacar la conclusión que a los usuarios de éstas les gustaba escuchar el sonido del tipeo mientras escribían.

LAS COMPUTADORAS DE AHORA



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